Durante el curso (y una vez reservado el crucero) empezamos a pensar que sería una buena idea solicitar la beca de idiomas para el verano. Así que en cuanto salió la convocatoria la echamos corriendo para que no se nos pasara el plazo. Además de Raquel, Cris, Inés y yo, también solicitaron la beca Nerea (que la rechazó posteriormente) y Jorge (un compañero de mi hermano).
Mi hermano y yo fuimos los primeros a los que se la concedieron. El resto se quedó en la reserva. La agencia nos metía prisa para que reserváramos, pero nosotros queríamos tardar lo máximo posible en reservar por si se la concedían a alguien más. Al final tuvimos que reservar (y aún no se la habían concedido a nadie más). Reservamos para irnos el 11 de septiembre y volver el 1 de octubre en la residencia Nido Spitalfields en Liverpool Street (Londres). Cogimos una habitación doble con cocina.
Poco después de reservar se la concedieron a Inés y a Jorge. Hablé con ambos y les dije la fecha y la residencia que habíamos cogido. La idea era que ellos se pusieran juntos en la habitación y una vez estuviéramos en Londres, o mi hermano o yo, nos cambiaríamos con uno de ellos, de manera que yo compartiera habitación con Inés y mi hermano con Jorge.
Cuando nos fuimos al crucero, a Raquel y a Cris aún no las habían confirmado nada sobre la beca. Ellas ya daban por hecho que no se la concederían. Pero, cuando volvimos del crucero, se encontraron con la noticia de que también se las habían concedido a ellas. Así que ya estaba todo solucionado: Cris y Raquel compartirían habitación, y nosotros cuatro nos cambiaríamos. Pero, un día nos llamó Jorge para decirnos que él había cancelado el viaje con esa agencia y se iba con otra porque empezaba las clases en la Universidad a finales de noviembre. Intentamos convencerle de que no cambiara diciéndole que la primera semana en la Universidad era de presentación y que si lo justificaba con una beca de estudios no le pondrían ninguna pega. Pero, al final cambio sus fechas. Aún así coincidimos con él en su última semana (nuestra primera semana). De esta manera, Inés se nos quedaba descolgada en una habitación. Ella habló con la agencia para que le pusieran con una chica española. La agencia le dijo que no habría ningún problema.
Así pues, teníamos casi todo listo: teníamos reservada la residencia y la escuela y ya sólo nos faltaba reservar el vuelo. Cogimos un vuelo low cost, puesto que íbamos con el dinero justito y aún así nos tenía que sobrar para vivir allí tres semanas. Bueno, puedo decir que el montante total de beca era de 1700€. De ahí pagamos la residencia y la escuela durante las tres semanas, que nos costó 1200 €; el vuelo nos salió por poco más de 100. Con lo cual nos quedaban 400 euros para comer y vivir en Londres durante 3 semanas.
Sí, lo sé, parece un reto. Pero lo conseguimos sin pasar hambre y visitando un montón de lugares increíbles. ¿Cómo pudo ser que sobreviviéramos con tan poco en una ciudad tan cara? Teníamos un secreto: nos llevamos comida desde España (pasta, embutido, pan de molde, puré de patata y algunas cosillas más), con lo cual la primera semana compramos pocas cosas. Además, nos habían dicho que compráramos en un supermercado llamado Tesco. Así lo hicimos, y sin pasar hambre sobrevivimos.
PRIMERA SEMANA:11 SEPT - 17 SEPT. 2011
11 de septiembre de 2011.
Nuestro vuelo salía muy temprano (6:40 a.m.). Cuando hubimos reservado los billetes de avión, Cris Pardo se encargó de llamar al taxista que nos recogió del crucero y reservar tanto el día de ida y vuelta. Quedamos con él el día 11 sobre las 3 y media para ir de allí al aeropuerto. En el taxi sólo íbamos Cris, mi hermano, Inés y yo. A Raquel la llevaba su padre y habíamos quedado en el aeropuerto con ella.
Cuando llegamos al aeropuerto íbamos con mucho miedo por el peso de las maletas (pues no sólo llevábamos ropa, también llevábamos comida), así que lo pesamos en unas básculas que vimos y cuando vimos el peso respiramos tranquilas.
Llego la hora de facturación. Mi hermano y yo fuimos los primeros en facturar: mi maleta pesó 15 kilos más o menos, pero la de mi hermano pesó ¡¡¡20!!! Casi nos da algo cuando lo vimos.....estaba justo en el límite. El resto tampoco tuvo problemas con el peso, así que una vez facturado nos fuimos a la puerta de embarque a esperar.
Llegamos al aeropuerto de Stansted a las 8:05 a.m. Al llegar, recogimos nuestras maletas (fue bastante rápido la verdad), y, tras enseñar nuestros pasaportes, nos dirigimos a coger el tren.
La idea inicial era tomar un tren desde el aeropuerto hasta la estación de Liverpool Street (donde se encontraba nuestra residencia). Y, de hecho, llevábamos los billetes del tren comprados desde España. Pero, cuando fuimos al anden, vimos que había muy poco movimiento por allí. Inés y yo fuimos a preguntar a un hombre, que nos dijo que ese día no había tren, y que teníamos que subir, salir del aeropuerto y coger un autobús que habían puesto como sustituto del tren de ese día. Así que teníamos que subir otra vez.
Cuando llegamos a la terminal de autobuses fuimos preguntando porque la verdad es que no teníamos ni idea de que autobús teníamos que coger. Vimos uno que tenía el mismo logo que el billete que habíamos comprado. Pero el conductor nos dijo que ese autobús no era que teníamos que ir hacia otro sitio y coger otro autobús. Fuimos dando vueltas buscando el otro autobús y no lo veíamos. Preguntábamos a la gente y tampoco sabían nada. Estábamos empezando a mosquearnos, así que fuimos otra vez a preguntar al conductor del autobús. El hombre nos volvió a indicar y nosotros volvimos a ir hacia donde nos había dicho hasta que encontramos los autobuses que nos decían. Allí nos sellaron la hoja que llevábamos para la vuelta (compramos un billete de ida y vuelta). Nos subimos en el autobús hasta Liverpool Street Station.
Tardamos algo más de una hora, pero se nos hizo ameno. Al llegar a Liverpool Street, tuvimos que sacar todos los papeles para saber dónde exactamente estaba la residencia. Suerte que nos vieron unos chicos que también acababan de llevar y nos indicaron. La verdad es que estaba muy cerquita, pero, claro, no teníamos ni idea. La residencia se encontraba pasando Petticoat Lane Market.
Cuando entramos en la residencia, fuimos a registrarnos. Pero, claro, como aún no eran las 14 horas no pudimos hacer el check-in. Nos dijeron que podíamos dejar las maletas allí y que, a partir de las 14 horas volviéramos a registrarnos. Así lo hicimos. Decidimos que, como era pronto, lo mejor que podíamos hacer era ir a ver donde estaba la residencia (Holborn). Cuando llegamos a Londres, mi hermano había llamado a Jorge para quedar con él y visitar la ciudad con él. Le dijimos que nos esperar en Liverpool Street Station.
Con un mapa en la mano, salimos de la residencia y, tras encontrar a Jorge, comenzamos a andar por Bishopgate, luego tomamos Threadneedle Street (pasando por Bank of England), Cheapside Pultry hasta llegar a St. Paul's Cathedral (ya que íbamos a pasar por allí había que aprovechar). Allí hicimos un alto en el camino para que las chicas que visitaban por primera vez Londres vieran la Catedral. Pero cuando llegamos, estaba vallada de manera que impedía el paso a la misma y nos dimos cuenta que había muchísimos coches (alguno que otro oficial) y muchísima gente en las vallas esperando. Como no sabíamos que sucedía, nos quedamos a esperar.
Mientras esperábamos en St. Paul's empezó a llover. Nos resguardamos y esperamos a que parara la lluvia. Cuando escampó, continuamos nuestra ruta hacia la escuela por Ludgate Hill (más tarde nos dimos cuenta de la tontuna que hicimos) y luego por Fammington Street. Cuando llegamos al viaducto (pero por la parte de abajo, claro), nos dimos cuenta que teníamos que haber ido por Newgate Street para ir por la parte de arriba del viaducto. Así que, tuvimos que subir unas escaleritas e incorporarnos al viaducto. Tras cruzar el viaducto nos encontramos con la escuela: Williams College. Nuestra intención inicial (intención que fue cambiando con el transcurso de los días) era ir andando todos los días desde la residencia hasta la escuela. Estaba relativamente cerca: a unos tres cuartos de hora aproximadamente. Pero, como he dicho, así fue durante 2 o 3 días.
Cuando vimos donde se encontraba la escuela ver que no era muy difícil llegar allí (siempre y cuando fuéramos por el camino corto, claro) decidimos comer algo. Fuimos al primer McDonald's que
nos encontramos, compramos la comida y nos sentamos en unos banquitos cerca de
la escuela. Cuando terminamos decidimos regresar a la residencia para hacer el
check-in. Volvimos por el quesería nuestro camino de ida y vuelta en los
siguientes días.
Estábamos deseando ver las habitaciones en las que viviríamos durante 3 semanas. Cuando entramos en la zona común de la habitación alucinamos. No era muy grande, pero era perfecta. En la zona común estaba una pequeña cocina con una mesa para dos. A los lados de la cocina se encontraban los cuartos de baños. Si, si cuartos, en plural, había dos: uno con un lavabo y el WC y el otro con otro lavabo y la ducha. A los dos lados de la mesa se hallaban las otras dos puertas, las que conducían a los dormitorios. Cuando entramos.................nos quedamos sin palabras. La habitación era bastante grande. Mi hermano y yo tuvimos poca suerte con las vistas (digo poca, porque desde la habitación de Raquel y Cris se veía el famoso "huevo")
Después de deshacer el equipaje y colocarlo todo, decidimos bajar a comprar algunas cosas al supermercado (teníamos uno muy cerquita de la residencia). Mientras comprábamos, decidimos
cómo lo haríamos con las comidas porque en teoría íbamos a comer los 5 juntos en una habitación, pero claro no cabíamos y si lo hacíamos de dos en dos, Inés se nos quedaba descolgada. Así que al final, Inés se venía con mi hermano y conmigo y Raquel y Cris comían en su habitación.
De esa manera, empezamos a comprar productos en común: yogures, vinagre, aceite, lechuga y tomate, etc. Subimos la compra y, una vez, colocado todo, bajamos a la zona común, pues ahí estaban Jorge y mi hermano jugando al billar. Les dijimos que habíamos pensado que después de cenar, íbamos a ir hacia la Torre de Londres, pues nos pillaba muy cerquita y podíamos ir andando.
Después del paseo, nos volvimos cada uno a su residencia a descansar. El día siguiente era largo: tendríamos que hacer una prueba de nivel a las 9 de la mañana para que nos asignaran a la clase correspondiente.
12 de septiembre de 2011
Me levanté temprano. Tal vez demasiado temprano, pero antes de salir para la escuela tenía que hablar con mis padres para contarles cómo no había ido el primer día.
Después de la charla y del desayuno, nos vestimos y nos fuimos los 5 para la escuela andando. Teníamos que estar allí a las 9 y teniendo en cuenta que íbamos andando y se tardaban 45 minutos, salimos a las 8 por si acaso.
Poco después de llegar a la escuela, fuimos trasladados a otro edificio para hacer la prueba de nivel. El examen fue un tipo test relativamente fácil. Cuando lo terminamos, nos nombraron a nosotros 5 y a otra chica: Sonia, con quien congeniamos desde el principio y a un par de personas más. Nos dijeron que no nos marcháramos mientras corregían el examen, pues habíamos solicitado el horario de tarde (15.00-18:45) y no quedaban muchas plazas para ese horario, de manera que teníamos que ver cómo nos colocaban.
Corregido el examen, primero llamaron Inés, y le comunicaron que tenía nivel básico y que su horario era a las 12 de la mañana . Luego llamaron a Sonia, a Raquel y a mi hermano y les dijeron que su nivel era pre-intermediate y tenían el horario inicialmente escogido, es decir el de tarde. Luego llamaron a otras personas y en ese momento empezamos a pensar que a cada uno nos pondrían en un horario diferente y claro, no podríamos visitar la ciudad juntos. Así que antes de que nos llamaran a Cris y a mi, Inés empezó a hacer presión, diciéndoles a las profesoras que corrigieron el test que ella quería el horario de tarde, pues es el que habíamos contratado. Las profesoras dijeron que no podía ser porque había pocas plazas. Viendo que no nos quedaban posibilidades, Inés les pidió que la subieran de nivel "bajo su responsabilidad". Cuando dijo eso Cris y yo no podíamos parar de reír. Consiguió que la cambiaran al pre-intermediate de por la tarde, es decir, con Javi, Raquel y Sonia. Llegó el turno mio y de Cris: nivel intermedio, horario: a las 12 de la mañana; insistimos en que nos pusieran horario de tarde (en nuestro nivel), porque queríamos visitar la ciudad todos juntos. Como no era posible, pedimos un cambio de nivel: de intermediate a pre-intermediate.
El tema no era el cambio de nivel, sino el tener el horario que habíamos reservado desde España, pues ya teníamos planes para visitar la ciudad todos juntos.
Al final íbamos todos juntos, pero los únicos que iban con el nivel que les correspondía eran Javi, Sonia y Raquel. Nos informaron que las clases empezarían al día siguiente. Al resto de personas les informarían al día siguiente antes de la clase cuyo horario habían escogido.
Así pues, conocimos a Sonia, una chica granadina que se alojaba en nuestra misma residencia. Nosotros 5, habíamos pensado ir a buscar un Primark (Cris tenía ganas de pisar uno), así que le preguntamos a Sonia (su hermana vivía en Bristol e iba bastante a Londres) y nos dijo que en Oxford Street había uno, que continuáramos por High Holborn hasta que llegáramos a Oxford Street. Le dijimos que si quería que se viniera con nosotros, pero estaba su hermana de visita e iba a pasar el día con ella, así que nosotros 5 nos pusimos en camino del Primark. Por el camino, fuimos haciendo alguna parada: Inés y mi hermano querían comprarse un calzado cómodo porque el que llevaba le estaba haciendo daño en los pies. Paramos en varias tiendas. En la primera, mi hermano se compró unas deportivas, pero Inés no encontraba lo que buscaba.
Vaya caminata larga.....¡y ni llegamos! Cuando llegamos a la parada de metro de Tottenham Court Road nos dimos la vuelta. Eso si, primero echamos unas fotos a la estatua del gran Freddie Mercury.
Emprendimos el viaje de vuelta a la residencia. A mitad de camino, vimos una tienda de calzado, en la que Inés entró y compró unas botas.
Llegamos a la residencia sobre las dos de la tarde. Comimos y descansamos un rato (estábamos agotados de la caminata). Cuando Jorge terminó sus clases se vino hacia nuestra residencia. Decidimos ir a ver el Big Ben y cenarnos allí unos bocadillos, pero claro no íbamos a ir andando. Jorge nos comentó que él se había hecho el primer día una tarjeta Oyster, en la que iba ingresando el dinero según se iba agotando. Lo comentamos y decidimos que lo mejor era que nos hiciéramos una tarjeta de esas, aunque la usáramos lo menos posible. La idea era seguir yendo andando a la escuela y usar la tarjeta para ir a los lugares que nos pillaran más alejados.
Con esa decisión, después dejamos la residencia para dirigirnos al metro. Allí, uno a uno nos fuimos sacando nuestra tarjeta. Con la Oyster en nuestro poder, tomamos el metro hasta Westminster.
A pesar de que yo ya había visto el Big Ben, me impresión tanto como la primera vez. Y, claro, si a mi, que ya lo había visto, me impresionó, la reacción de mis amigas no fue muy distinta a la mía.
Las únicas que cenaron un bocadillo frente al Big Ben fueron Raquel y Cris. Yo le había dicho a Inés antes de salir de la residencia que yo no iba a hacerme ningún bocadillo, sino que me tomaría un zumo con unas galletas cuando regresaron. Ella decidió no hacerse un bocadillo, pero no había contado con que tendría hambre allí. Les dijo que se dieran prisa que tenía hambre, así que las otras dos tuvieron que darle un poco de su bocadillo.
Tras el bocata, fuimos a dar otra pequeña vuelta para ver la Abadía de Westminster. Después nos despedimos de Jorge y nos fuimos a la residencia.
13 de septiembre de 2011
El martes era nuestro primer día de clases. Entrábamos a las 15:30 y salíamos a las 18:30, más o menos. Teniendo en cuenta que había que comer y que íbamos andando, calculamos que tendríamos que estar en la residencia sobre la una de la tarde, para que nos diera tiempo a hacer la comida, comer con tranquilidad, descansar un poco y salir hacia la residencia.
Ese día no nos fuimos muy lejos: fuimos a ver St Paul's Cathedral, pasando por el Banco de Inglaterra.
Ya que estábamos allí nos acercamos a cotillear un poco al Royal Exchange, si bien las únicas que entraron fueron Inés y Raquel. Cris y yo no quisimos entrar por si nos echaban por nuestro atuendo (íbamos en chándal) jajajaja.
Después de ver St Paul's Cathedral volvimos a la residencia a comer. Mientras preparamos la comida y comimos, nos quedó une media hora escasa para descansar antes de ir a la escuela.
Llegada la hora, nos pusimos en camino. Cuando llegamos a la escuela, nos identificamos en la recepción y en una sala contigua nos dieron los libros que utilizaríamos durante esas tres semanas. Después nos indicaron cuál sería nuestra clase. Entramos y nos sentamos a esperar a que llegara el resto de la gente y el profesor.
Poco a poco la clase se fue llenando de gente. Nosotros creímos que estaríamos solo nosotros, pero nos equivocamos. La clase era bastante numerosa: había alumnos a los que les quedaba una semana y algunos que ya llevaban allí una semana. El profesor llegó poco después, se presentó y comenzó la clase. El profesor nos puso en parejas y comenzamos a trabajar así durante la primera hora de clase. El receso, que en teoría duraba quince minutos, se convirtió en media hora, así que cuando entramos de nuevo en el aula nos quedaba sólo media hora de clase, en la que jugamos a la "bomba". Ese día el profesor no se llevó la pelota que usaban de bomba así que tuvimos que usar una bola de papel, con sus lógicas desventajas: la bola solía quedarse a medio camino y teníamos que salir corriendo a por ella. En una de esas carreras por la bolita, terminé de culo en el suelo. ¡Empezábamos bien! Fue bastante divertido.
Cuando salimos de clase, bajamos a Fleet Street y desde allí fuimos andando hasta Covent Garden, donde habíamos quedado con Jorge. Por el camino, vimos The Royal Courts of Justice, Somerset House (estaban preparando la Fashion Week y nos dejaron pasar a verlo) y el Lyceum Theatre.
Después de dar una vuelta por Covent Garden nos fuimos a la residencia.
Cuando salimos de clase, bajamos a Fleet Street y desde allí fuimos andando hasta Covent Garden, donde habíamos quedado con Jorge. Por el camino, vimos The Royal Courts of Justice, Somerset House (estaban preparando la Fashion Week y nos dejaron pasar a verlo) y el Lyceum Theatre.
Después de dar una vuelta por Covent Garden nos fuimos a la residencia.
14 de septiembre de 2011
El miércoles mi hermano se iba con Jorge a ver el Imperial War Museum, mientras nosotras íbamos a ir a la zona de Westminster. Decidimos hacernos unos bocadillos y comer fuera de la residencia, para no perder demasiado tiempo, de manera que nos iríamos directamente a la escuela.
Antes de salir de la residencia, estuve navegando por la Red y descubrí que ese día había una premiere en Londres: REal Steel, y asistiría Hugh Jackman. La premiere tendría lugar en Leicester Square. Era después de que acabara nuestra clase, así que pensé que podríamos ir. Se lo comenté al resto y aceptó. Sonia estaba encantadísima con la idea de ir a conocer a Hugh Jackman.
Tomamos el metro hasta Westminster.
Inés y yo entramos en la Abadía de Westminter, pero, ya que no podíamos hacer fotos, dejamos las mochilas con Raquel y Cris, quienes se quedaron fuera esperándonos durante un buen rato. Una vez dentro Inés y yo nos quedamos alucinadas. ¡Es increíble! La recorrimos entera. Cuando llegamos a la tumba de Jane Austen y las hermanas Bronte casi chillamos de la alegría. Casi. La pena fue no poder hacernos una foto con unas de nuestras autoras favoritas. Cuando acabábamos la visita, me di cuenta que no habíamos visto la tumba de Newton. Nos paramos un rato mientras decidíamos cómo preguntarle a alguien por la ubicación de la tumba. No nos atrevíamos mucho por si al preguntar "Where is Newton?" alguien nos contestaba "dead". Nos dio por reír, pero al final Inés se lanzó y preguntó. El hombre muy amablemente -y en voz muy alta, tanto que retumbaba -nos indicó el camino. Allí pasamos un buen rato mirando la tumba de Newton.
Cuando salimos de la Abadía nos fuimos a buscar a Raquel y a Cris, que estaban sentadas en St Margaret's Chuch. Inés y yo estuvimos bastante tiempo dentro, por lo que cuando salimos era la hora de comer. Nos fuimos por el puente de Westminster buscando un sitio donde sentarnos a comer. Finalmente lo encontramos al acabar el puente, en unas escaleras desde las que se puede admirar el Parlamento.
Después de comer nos dirigimos a la escuela. Las tres horas se nos pasaron volando. Salimos de clase corriendo hacia el metro para ir a Leicester Square. Cuando salimos de la estación de Leicester Square no sabíamos por donde teníamos que ir. Fuimos por el primer sitio que vimos y allí estaba la alfombra roja de la premiere. Sonia y yo vimos en una de las pantallas que habían instalado a Hugh Jackman y sin pensárnoslo dos veces echamos a correr. Pero, por desgracia estaba ya empezada y habían vallado la zona. Una de los agentes de seguridad nos dijo que no podíamos a pasar, así que nos pusimos a dar vueltas para ver si nos podíamos colar. Nada, no se podía pasar por ningún sitio, excepto para entrar al M&M's. Inés le dijo al de seguridad que íbamos allí, así que nos dejó pasar. Nos acercamos a la alfombra roja, pero por desgracia Hugh acababa de entrar en el cine.
En España, el actor que viene a presentar la película suele estar poco tiempo dentro del cine. Así que decidimos esperar fuera por si le veíamos a la salida. Nos fuimos a la parte trasera del cine, donde estaban aparcados los coches. No sé el tiempo que transcurrió, pero allí se nos hizo de noche. Empezaron a llegar periodistas que nos dijeron que iba a salir por la puerta que estaba cerca de nosotras. Pero allí no salía nadie. Dos o tres horas después, no recuerdo bien el tiempo que pasamos esperando, empezó la gente a correr hacia la entrada del cine, así que nos fuimos para allá corriendo. Pero ese día no era nuestro día. A todos los que estábamos allí nos echaron, así que no pudimos ver nada. Pero como dijo Sonia: "por lo menos hemos visto el coche en el que vino"
A continuación algunas de las fotos del IWM
15 de septiembre de 2011
El día que llegamos al aeropuerto, cogí unos cuantos papeles informativos, con la suerte de que uno de ellos era unos cupones de descuento para diversas atracciones de Londres, entre las que se encontraba la Torre de Londres. La oferta consistía en un 2x1, así que había que aprovecharla.
Mi hermano y Jorge, igual que el día anterior se fueron solos a ver, la verdad sea dicha, no sé qué. Nosotras, junto con Sonia nos fuimos a la Torre de Londres andando, pues nos pillaba a una media hora escasa de la residencia. Pasamos allí la mañana entre esas magníficas murallas.
Dentro de la torre, Cris y yo nos adelantamos al resto y nos sentamos a esperarles frente a las Joyas de la Corona.
Vista la Torre de Londres era hora de volver a la residencia para preparar la comida.
Después de la escuela nos fuimos a tomar unas pintas y unos refrescos con unos compañeros de clase que se marchaban al día siguiente.
Después de estar un buen rato en el pub, nos fuimos a la residencia. Mi hermano se fue a buscar a Jorge porque iban a grabar un vídeo de la habitación de Jorge para después compararlo con la nuestra.
Nosotras estábamos cenando en una de las salas comunes de la residencia cuando aparecieron los dos sin poder parar de reír. Nos enseñaron el vídeo de Jorge y ... ¡madre mía! Lo que nos pudimos reír con el vídeo.
16 de septiembre de 2011
Nuestro primer viernes allí lo dedicamos a descansar. Nos dimos cuenta que habíamos cogido Londres con muchas ganas y aún nos quedaban muchos días por delante. Nuestro lema era: "No, si tenemos tres semanas" "tenemos tiempo de sobra para ver Londres" Ja, ese lema nos lo repetimos hasta el último día.... En fin.
La clase del viernes consistió en un "examencito sorpresa" pues el profesor dijo que hablábamos muy poco, así que ale examen. Nos dijo que si decidíamos no hablar esa sería la forma de dar clase: de una forma aburrida y se acabarían los juegos como la bomba o el ahorcado (Debió surtir efecto porque a partir de la semana siguiente Sonia y yo no parábamos de hablar en clase -en inglés, claro).
Cuando salimos de clase nos fuimos a la residencia. Cris, yo y Sonia fuimos en metro, mientras que mi hermano, Inés y Raquel fueron andando acompañados por un chico de Sri Lanka que quería ligar con Raquel. Pobrecilla, no sabía cómo quitársele de encima. Le llegó incluso a decir que tenía novio, pero ni con esas se iba. Lo peor fue que la semana siguiente el chico fue a buscarla otro día a la escuela, pero ese día conseguimos darle "esquinazo"
Antes de cenar preparamos unas tortillas de patatas para el día siguiente. Cenamos y Raquel, Inés, Sonia y yo decidimos ir a dar una vuelta. Salimos de la residencia y nos dirigimos a la Torre de Londres, la rodeamos por detrás y pasamos por el Tower Bridge. Vimos una exposición de gorilas y luego nos sentamos junto al Támesis.
17 de septiembre de 2011
El sábado se presentaba muy ajetreado. Teníamos que aprovechar todo el día para visitar lo máximo posible, pues entre semana con las clases se hacía más complicado, pues el horario nos partía el día y teníamos que ir casi con prisas.
Lo primero que hicimos por la mañana fue preparar los bocadillos de tortilla de patata y de crema de cacao y algunas cosas más. Lo metimos en nuestras mochilas y pusimos rumbo a Camden Town.
El cielo se empezó a nublar. Temiendo que se pusiera a llover, nos fuimos a comer. Llevábamos los bocadillos de tortilla en las mochilas, así que sólo teníamos que buscar un sitio para comer. Nos metimos en el metro y nos fuimos hasta Green Park. Allí, nos sentamos sobre la hierba en el primer sitio que vimos libre. Aún no había empezado a llover, pero era cuestión de tiempo, así que comimos lo más deprisa que pudimos (sin prisa, pero sin pausa, como se suele decir).
Cuando terminamos de comer, comenzó la lluvia. Nos fuimos corriendo hacia el metro. Teníamos pensado ir a Abbey Road, así que, a pesar de la lluvia, nos fuimos para allá. Cuando llegamos, además de haber bastante gente, estaba diluviando.
(Tuvimos que hacernos la foto a la inversa porque mi hermano no se podía poner en la carretera, pues pasaban bastantes coches)
Desde Abbey Road, nos fuimos a ver a Sherlock Holmes.
Aún era bastante pronto y aún nos quedaba un sitio más que visitar de lo que habíamos planeado a Harry Potter o bueno, más bien, el famoso andén 9 3/4. Cogimos el metro y nos dirigmos a King Cross. Cuando salimos del metro tuvimos que dar mil vueltas buscando el dichoso anden. Después de recorrernos toda la estación de King Cross dimos con el andén 9, así que Sonia y yo nos dispusimos a preguntar a un guardia de seguridad dónde se encontraba el andén 9 3/4. No habíamos pronunciado "Excuse me" cuando el guardia de seguridad nos dijo: "Harry Potter, platform one". Se nos quedó una cara........ Teníamos que tenerlo escrito en la frente. Haciendo caso de la indicaciones que había dispuestas por allí, dimos con el dichoso andén, que no está entre el 9 y el 10 como nosotros creíamos (y sería lo más lógico). No, está en la calle. Hay que salir de la estación y allí en una caseta está.