Después tomamos Caxton St para ir por Buckhinham Gate hasta el Palacio de Buckinham.
Desde allí fuimos andando hasta Westminster Pier para tomar el barco que nos llevaría a la Torre de Londres.
Tras ver ese espectáculo tan divertido, cruzamos Byward Tower y fuimos por Water Lane hasta que encontramos unas escaleras que subían a la muralla. Desde la muralla, además de tener unas vistas asombrosas del Tower Bridge y del Támesis, pudimos ver los cuervos de la Torre de Londres.
Después de ver la Torre Blanca, fuimos a comer. Comimos dentro del recinto de la Torre de Londres, en un buffet libre. La verdad es que comimos de maravilla. Cuando terminamos de comer, mi hermano se fue a ver el Fusilers' Museum. Cuando salió fuimos todos a ver las Joyas de la Corona.
Tras visitar la Torre de Londres, fuimos hacia el Tower Bridge. Nuestra tarjeta nos cubría la visita al puente, así que subimos hasta las pasarelas del puente, desde donde tuvimos unas vistas impresionantes. También pudimos descender a la sala de maquinas victorianas.
Cuando salimos del Tower Bridge (y ya que estábamos por la zona y, además, nos lo cubría la tarjeta) fuimos a ver el HMS Belfast...........¡¡¡¡en qué hora!!!! No es que no me gustase, que me gustó, es que acabé de subir escaleras hasta la coronilla. Ya estábamos cansados de estar todo el día andurreando por la Torre de Londres y, si a eso le sumamos, un barco, en el que había que subir y bajar escaleras, pues en fin........acabé muerta.
y así todo el barquito.....subiendo y bajando estas maravillosas escaleras XD
Llegó un momento es el que estábamos cansados de subir y bajar tanta escalerita (aunque la verdad es que merece la pena, pero un día en que no se esté tan cansado), así que nos fuimos dirección the London Eye. Sólo íbamos a subir mi madre, mi hermano y yo. A mi tía le daba vértigo, así que se quedó abajo esperándonos. La fila para subir al London Eye suele ser bastante larga (al menos las dos veces que he ido) pero es muy rápida. Las vistas desde arriba son espectaculares. Es increíble ver el Parlamento y el Big Ben desde arriba. Es una imagen preciosa.
(mi tía grabándonos)
Estábamos tan cansados cuando bajamos del London Eye que decidimos irnos hacia el hotel y cenar en un restaurante italiano que había visto mi madre en Internet antes de salir de viaje. De este restaurante no recuerdo el nombre, pero cenamos de lujo.
Cuando terminamos de cenar, mi hermano y yo regresamos al hotel, mientras que mi madre y mi tía se fueron a un Starbucks en la estación de Paddington para que les prepararan unos cafés para tomar por la mañana (mi madre, sin un café y recién levantada, no es persona, aunque el Código Civil diga otra cosa XD). Lo curioso de los cafés es que salvo en Italia (que por lo visto son buenísimos) y en Portugal (que, según mi madre, son exquisitos) en el resto de Europa son muy diferentes. Así que, cuando los empleados del Starbucks empezaban a echarle agua al café, las dos gritaban como locas: "STOP!!!, STOP!!!, STOP!!" jajajaja ¡¡Un cuadro!!
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