jueves, 10 de mayo de 2012

Viaje de fin de carrera. Crucero (tercer día)

Tercer día de viaje: Rodas (Ρóδος)


Me levanté a las 5 de la mañana, hora local, para ver el amanecer, pero esta vez fui sola. Subí a la cubierta Sun y me preparé unas sillas para sentarme, pues me daba la sensación que iba para largo. Me senté y preparé la cámara de fotos y la de vídeo: tenía que inmortalizar aquel momento.

Allí no era la única contemplando tan magnífico espectáculo. Estuve allí una hora, disfrutando de un hermoso amanecer y de una entrada a puerto maravillosa. Rodas se veía bella ya, incluso desde el barco.

















Cuando el barcó atracó en el puerto a las 6 de la mañana, me bajé al camarote para ir despertando a las chicas. Desayunamos con unas vistas increíbles: la ciudad de Rodas de fondo.





No eran aún las 9 de la mañana cuando pusimos un pie en el puerto de Rodas. Desde allí fuimos rodeando la muralla, hasta lo que sería nuestra primera visita: el puerto Mandraki, el antiguo puerto de Rodas.















 (La puerta St. Paul)


Pero cometimos un fallo. No llegamos a ver las estatuas con los ciervos que hay en el puerto. En ese lugar es donde debió estar el Coloso, pero nosotras nos quedamos a mitad de camino :-( Juro, que para la próxima vez que vaya (que iré), lo primero que haré será ir a ver los ciervos jejeje. . Nos dimos la vuelta en el faro para adentrarnos en las murallas de la ciudad medieval. 



 Entramos en la ciudad medieval por la Puerta de la Libertad. Justo enfrente de ésta se encuentran las ruinas del Templo de Afrodita.


(las imágenes superior e inferior corresponden al Templo de Afrodita)


Continuamos dejando el Templo de Afrodita a nuestra izquierda. Pasando el Antiguo Hospital de los Caballeros (en la imagen inferior) vimos una tienda y entramos. Allí compré un mapa (no podíamos ir tan a la aventura) y unos imanes para mi madre.





 Con el mapa en la mano, continuamos calle arriba. Poco después me di cuenta que nos habíamos pasado la Calle de los Caballeros, así que tuvimos que dar media vuelta.



La calle de los Caballeros es preciosa. Eso sí, casi nos da una insolación. El sol apretaba con mucha fuerza y, aunque fuéramos por la sombra, se hacía notar. ¡¡Y menuda cuesta!!





Al final de la Calle de los Caballeros se encuentra el Palacio del Gran Maestre.


Desde allí continuamos por la calle Panaitiou hasta la Mezquita de Solimán el Magnífico, para después bajar por la calle Sócrates hasta la Plaza Hipócrates.




Mientras las demás se detenían mirando las tiendas de la calle Sócrates, Rakel y yo nos adelantamos y las esperamos en la Plaza Hipócrates. Nos dimos cuenta que un chico que estaba en la terraza que se ve al fondo de la foto nos llamaba.  Rakel me decía: "uy, peque, mira ése" jaja. Empezamos las dos a decir: "uy, vámonos con él" "mira, mira si nos está llamando". Poco después se nos acercó un hombre con folletos de ese bar y nos dijo: "mirad, os están llamando. En ese bar podéis sentaros y tomaros algo fresquito". Nosotras le dijimos que estábamos esperando a nuestras amigas, pero el hombre seguía insistiendo. Cuando llegaron las demás, el hombre volvió a decirnos que fuéramos allí a tomarnos algo. Le dijimos que no teníamos sed y, al final, se marchó. 

Continuamos por la calle Aristóteles hasta llegar a la Plaza de los Mártires. Allí, Inés se hizo una trenza de color azul que le costó 10 €. El resto del viaje, Cris le decía: "por menos, te la hubiera hecho yo" XD


Hacía demasiado calor, así que Carmen, Rakel y yo, cansadas de esperar a que terminaran con la trenza, continuamos hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Burgo. Allí las esperamos un buen rato. No queríamos alejarnos para no perderlas.





Poco después, llegaron las demás y decidimos irnos al barco, pues hacía demasiado calor. Nos fuimos todas excepto Inés y Carmen que se quedaron para darse un baño justo enfrente de la Puerta Panagia.


Cuando llegamos al barco nos fuimos a comer: estábamos hambientas y no teníamos ganas de esperar a nadie. Así que ese día comimos por partes.

Después de comer, Cris se fue al camarote, mientras que Rakel, Raquel y yo nos fuimos a la cubierta Sun para ver cómo salíamos de puerto. Después fuimos a descansar un rato al camarote.



Estando en el camarote nos llamó Carmen: ella e Inés se iban a tomar el sol. Le dijimos que más tarde nos reuniríamos con ellas allí.



Después de estar un rato en la cubierta Sun, nos fuimos al camarote de Cris and company. Allí estaba Cris, ya preparada para la cena (aún quedaba tiempo). Cris me dijo que le apetecía salir a dar una vueltecilla por el barco, así que la acompañé, mientras las demás se preparaban para ir a cenar.





Aún quedaba bastante para la cena, pero nosotras ya teníamos hambre. Subimos al buffet y nos servimos un aperitivito (después de este día, nuestro aperitivo antes de la cena se convirtió en costumbre): jamón, queso, aceitunas....

Cuando se iba acercando la hora de la cena, fuimos a buscar al resto a sus camarotes. Las más lentas eran siempre Inés y Carmen, así que el resto les esperábamos sentadas en las escaleras frente a los ascensores.

La cena estuvo deliciosa, como todas las noches. Esa noche Inés y yo nos pedimos lasagna para cenar y la verdad es que estaba buenísima, pero a Inés le sentó mal y le preguntó a nuestra camarera que dónde estaba el baño más cercano. Se estaba empezando a poner malísima. La camarera le indicó y ella salió corriendo. Cuando volvió le preguntamos qué tal se sentía y nos dijo que bien. Mientras nos comíamos el postre empezamos a decir: "vaya tela, ésa ha sido la lasaña de los horrores" jajaja.
Cuando terminamos, nuestras camareras nos dijeron que no nos fuéramos aún, que había sorpresa. Un segundo después todos los camareros estában bailando. Raquel, yo e Inés nos animamos también a bailar con ellos. Rakel nos estuvo grabando (pero ésa será una grabación que no verá la luz jajajajaa). Una mujer que había detrás nuestro le dio a Cris en el hombro y le dijo: "vamos, la juventud, que se note" jajaja




Terminado el bailecito, nos fuimos a la piscina, pues allí tenía lugar la fiesta tropical. Fue muy divertido.


















Después de bailar durante un buen rato Cris, Rakel y yo nos fuimos a dormir, pero por el camino Cris vio algo o a alguien y se dio la vuelta...... jajajajajajaa

Al día siguiente Inés nos contó que a Carmen le estuvo persiguiendo uno toda la noche. ¡¡Pobrecilla!!




PD: Aunque parezca mentira, aún no he recopilado todas las fotos del viaje. Cuando lo haya hecho, posiblemente incorpore alguna más.

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