El día de navegación nos lo tomamos de relax. Raquel quería hacer un tour grabado por el barco, así que después de desayunar nos pusimos a grabar. Fuimos a buscar a las chicas a su camarote pero aún estaban durmiendo, así que nosotras continuamos con nuestro tour.
Terminado el tour nos fuimos al camarote un rato. Pero oímos por megafonía que estábamos pasando cerca de la antigua ciudad de Troya y que allí había la réplica del caballo de Troya, pero se oía muy bajito y no nos enteramos bien. Salimos corriendo del camarote, subimos las escaleras hasta salir al exterior, pero no veíamos nada. Había mucha gente mirando también, les preguntamos, pero nadie veía nada.
Después nos fuimos a comer (para algunas era el desayuno jejeje). Cuando terminamos de comer fuimos a reservar la excursión de Atenas, y de ahí a los camarotes. Estando en los camarotes nos llamó por el teléfono de la habitación Carmen. Lo cogió Rakel y le dijo: "se ha equivocado" y colgó. Al segundo volvió a llamar Carmen, pero Rakel volvió a hacer lo mismo. Así un par de veces más. A mi me entró la risa y me tuve que salir del camarote para que no me oyera. No podía parar de reir. Con la bromita no nos enteramos de lo que nos quería decir, así que Raquel tuvo que acercarse al camarote para ver que era lo quería: saber a qué hora quedábamos para ir hacia el Salón Broadway.
Esa noche era la cena de gala, así que pasamos gran parte de la tarde preparándonos. Como teníamos el segundo turno de cena, el cocktail con el Capitán era a las 20:15.
Fuimos al Salón Broadway, donde tendría lugar el cocktail. Allí nos hicimos una foto con el Capitán. Después el Capitán presentó a sus Oficiales (a algunos ya los conocíamos, como al médico jejejeej).
Tras el Cocktail, nos fuimos a cenar.
Tras la cena, salimos un poco a tomar el aire. Casi nos volamos jeje.
Como quedaban pocos días, fuimos haciendo balance de lo que habíamos visto y de la experiencia del crucero. Así que saqué la cámara de fotos y empezamos a ver las fotos que teníamos, algunas más graciosas que otras. En casi todas, la pobre Rakel salía colorada. Cada día que pasaba estaba más achicharrada, pero lo curioso es que no estaba achicharrada entera, sino que tenía partes más blancas y otras más rojas.
Llegó un momento en que le escocía mucho la piel y ahí fue cuando se empezó a echar crema protectora. Pero ya era un poco tarde: se le estaba empezando a pelar la piel.
Al parecer en el otro camarote, cada noche habían mirado las fotos que tenía Carmen en la cámara y habían apodado a Rakel cariñosamente "tomatito".
Mientras mirábamos las fotos comenzó a sonar la canción "Let's twist again" de Chubby Checker. Yo quería salir a bailarla, pero nadie me quería acompañar. Al final convencí a Raquel e Inés y salimos las tres a la pista, rodeada de gente que en su juventud la bailarían hasta el amanecer jajajajaaj Pero lo pasamos bien.
Poco después Cris, Raquel y yo nos fuimos a dormir (cerca de la una de la madrugada). Cris no se encontraba muy bien: había tenido una especie de reacción alérgica cuando estuvimos en Mykonos, motivo por el cual tuvo que visitar la enfermería. En palabras de Cris: "he estado en la discoteca las mismas veces que en la enfermería". Además había que madrugar para visitar al día siguiente la que sería la penúltima ciudad: Santorini. Ésa si que fue una ciudad que marcó nuestro viaje: menos mal que fue al final........................................
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